Reflexiones acerca de la FIL Bogotá 2016
Colombia es una plaza más que importante para el mundo de la edición en LatAm. Visita obligada todos los años. Las propuestas paralelas a la Feria muy buenas. El nivel de las conferencias y ponencias es muy alto, por lo que puedes disfrutar de muchas actividades que sumaran y mucho a tu experiencia en la Feria.
Lo menos bueno, desde mi opinión, es que Corferias, el recinto donde se hace el evento, está muy viejo y disperso. Los pabellones son edificios independientes y pierdes mucho tiempo en ir de reunión a reunión.
Además hay entidades que tienen stands en varios pabellones, lo que complica las cosas.
Por último, y para mi lo peor, es que el las salas de negocios y compras si no estás acreditado no entras. Lo que provocaba que muchas opciones de negocios que surgían en «las conocidas reuniones de pasillo», solo podían tratarse en la calle, o tomando café, lo que no está mal, pero no es nada profesional.
No se que opinaran mis colegas y amigos Manuel Gil, Miguel Ángel Sánchez Maza, Juan Carlos Pellegrini, Ramiro Domínguez, Jaime Ivan Hurtado o Rafael González, con los que coincidí por allí esta semana y comentamos algunas de estas cuestiones.
Fuera de la Feria, Bogotá es una ciudad dinámica, con un trafico complicado, pero no tanto como el de México DF, y con una gastronomía típica muy atractiva.
Estaremos por allí de nuevo en pocas semanas, disfrutando de todo lo que este maravilloso país pone a nuestra disposición.
NOTA: LAs fotos van en el orden que las hice, desde que llegué hasta mi regreso a casa.