¿Qué hay detrás de las fotos de Facebook?
Cuando tu trabajo se desenvuelve, en buena medida, en el ámbito digital, no tienes más remedio que pasarte varias horas al día navegando por internet. Ya sea leyendo blogs y periódicos, comprobando el tráfico y las estadísticas que generan los diferentes proyectos en los que estamos, o repasando el posicionamiento de nuestros libros en la red, lo cierto es que paso de cuatro a cinco horas al día trabajando en la red.
Las RRSS son parte fundamental de ese trabajo ya que le tomamos la temperatura a muchos de nuestros proyectos a través del feedback que recibimos de nuestros contactos en Facebook, Twitter, Linkedin, etc…
Desde hace tiempo (y creo que hablé de este tema en otra ocasión, pero no en este blog) vengo observando como cada vez con más frecuencia se comparten imágenes com un contenido sensiblero y desafiante a comprometerse con el dolor ajeno mediante darle like a dicha imagen o compartirla.
Imágenes del estilo «Si tienen una hermana maravillosa…», «El 90% de mis contactos no lo compartirá, pero si eres del otro 10%…» En otras ocasiones las imágenes que aparecen son las de niños enfermos, que desde luego tocan la fibra más sensible y son compartidas millones de veces.
Pero, ¿Qué hay detrás de muchas de esas fotos? En primer lugar deja que te diga algo que es posible que ya me hayas escuchado antes: en Internet, como en el resto de la vida, si algo es gratis es que el producto eres tú.
Detrás de muchas de estas imágenes lo que que hay son intentos de acceder a tu equipo y conseguir toda la información que tengas en tu equipo, y para que lo veas una historia que lo explica mejor que yo te invito a leer este articulo de CNN.
Por otra parte, y no menos importante, es que cada vez que nos conectamos a las RRSS nos desnudamos un poco más. Solo con lo que compartimos en ellas de forma voluntaria podemos saber el sexo, raza, edad, nacionalidad, preferencias políticas, gustos alimenticios, aficiones, hábitos, gustos musicales, de cine y literarios, etc… Al final damos tanta información y de forma voluntaria que ya no hace falta que nos hagan una entrevista. Se lo contamos todo, y al darle like a todas estas imágenes nos hacemos más vulnerables a las campañas de publicidad que después saben tocar esos puntos en los que somos más «accesibles».
Cada vez que compartes esas imágenes de las que desconoces su procedencia te pones en peligro tu, y pones en peligro a tus contactos. Abres la puerta a que entren todo tipo archivos no deseados, y te desnudas un poco más ante el mundo.
Yo, personalmente, peco de compartir muchas cosas en las RRSS, pero intento que todo sea intencional, todo va dirigido a lograr un objetivo, ya sea de compromiso y denuncia ante las aberraciones que nos toca vivir cada día, compromiso con mi proyecto personal y laboral, con mis objetivos profesionales, y con mis contactos y amigos. Y no quiere decir que no me equivoque, pero no me verás nunca aceptando cambiar mi foto de perfil por la de un Súper Héroe, ni compartiendo la foto de un niño enfermo para sensibilizarte (para eso, si fuera necesario, compartiría una noticia contrastada en los medios).
Y hasta aquí la entrada de hoy.
abrazos
@juantrivi